El Juego del Calamar hizo que Netflix ganará 900 millones de dólares, por lo menos esas son las estimaciones más realistas. Se trata de una de las series de la plataforma que más dinero les ha generado y uno podría llegar a pensar que todos los involucrados se han llevado una buena tajada ¿Cierto? Pues resulta que la realidad es un poco diferente.
A pesar de que la revista Time incluyó a Hwang Dong-hyuk como una de las personas más influyentes del mundo. El creador, director y guionista únicamente logró recibir lo suficiente para “llevar comida a la mesa”, cómo afirma The Guardian.
Existen una explicación detrás de esto y es el contrato que tiene con Netflix, el cual se basa pura y exclusivamente en salarios predefinidos. Esto quiere decir que no se agregan extras ni tampoco royalties generados. Lo que se traduce en que el creador de la serie no obtendrá beneficios económicos por el merchandising o cualquier propiedad intelectual que sea derivada por el producto.
Una serie de bajo presupuesto con una rentabilidad espectacular
El Juego del Calamar es una de esas series que tiene una gran creatividad detrás, con mucha producción en forma de pasión y que no han requerido un presupuesto considerable. Netflix logró encontrar en Corea del Sur una mina de oro en cuanto a creadores. Series como Estamos Muertos sufren de lo mismo.
Estamos hablando de una plataforma que se comenzó a llenarse de estas propuestas. Aunque, Hwang por su parte, acepta con resignación la situación y mantiene en mente la idea de nutrir todo el ecosistema, mirando a medio y largo plazo.
Netflix no desea pagar “Ryoalties”
El CEO de Netflix, Ted Sarandos, justifica el modelo de negocio que lleva adelante la plataforma de streaming. Con una política de no pagar royalties a sus creadores, defendiendo que son compensados de manera justa.
En lugar de proporcionar ese “bonus” en caso de que la serie sea un gran éxito. Netflix simplemente afirma que “pagan mejor que en cualquier otro lugar”. En caso de que una serie realmente sea un éxito. Los creadores serán recompensados de manera adecuada en la siguiente temporada. Aunque no siempre existe una “siguiente temporada”. Vamos, que Netflix no es tonto y quiere todo el pastel.
Por su parte, Michaela Coel, creador de “I may destroy you”, comentó en Vulture lo que ocurrió en su caso. Ella tuvo que rechazar el millón de dólares que Netflix le ofrecía debido a que estos se negaron a proporcionarle, aunque sea, un 5% de los derechos de autor de la serie. Cuando bajo la cifra a un 0,5%, la plataforma de streaming siguió negándose. “Así se manejan las cosas aquí”, fue la respuesta que recibió.
Una huelga que termina siendo justificada
Recordemos que Hollywood se encuentra frente a una huelga de guionistas desde hace tiempo, es la primera en los últimos 15 años. El enorme motivo de dicha huelga fue justamente los servicios de streaming y sus políticas. Aquí, entre varias peticiones más, se solicita que se preste atención al tema de los royalties.
Una de las solicitudes de la asociación “Writers Guild of America” es que los beneficios se vean basados en el número de suscriptores. Esto quiere decir, que los creadores deberían poder cobrar un extra basándose en el número de suscriptores que han logrado ganar para la plataforma.
Europa, que parece ir siempre un paso adelante. Han intentado solucionar este inconveniente con la directiva 2019/790. Cuando una serie que fue producida en Europa logra superar los 10 millones de cuentas que han reproducido el 90% de la serie, es momento en que Netflix tiene que comenzar a pagar royalties a los creativos detrás del programa.
En Alemania y España esto ya es una realidad. Gracias a la transposición de la normativa europea. La plataforma ha tenido que comenzar a abonar a los protagonistas de diferentes series el dinero que estas generan.
La situación es un poco complicada debido a que los beneficios de dichas series, los royalties, tienen que ser gestionados en cada mercado por separado. Lo que significa que el hecho de que en Europa esté ocurriendo esto, no quiere decir que suceda en otras partes del mundo. Y a esto, es justamente a lo que se “agarra” Netflix para aprovecharse de los creadores que le entregan semejantes éxitos como El juego del Calamar.